sábado, 14 de febrero de 2009

Luna Nueva de Stephenie Meyer


Cuando el papel me cortó el dedo, solo salió una gota de sangre del pequeño corte. Entonces, todo pasó muy rápido. “¡No!”, rugió Edward… Aturdida y desorientada, miré la brillante sangre roja que salía de mi brazo y después a los ojos enfebrecidos de seis vampiros repentinamente hambrientos…

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