lunes, 13 de abril de 2009

Capítulo 3

El pasillo de mi dormitorio estaba lleno cuando corrí a toda velocidad al entrenamiento de antes de las clases. La conmoción no me sorprendió. Un buen sueño había ido muy lejos a perseguir las imágenes de la noche anterior, pero yo sabía que ni yo ni mis compañeros olvidaríamos fácilmente lo que había ocurrido en las afueras de Billings.Y sin embargo, como he estudiado las caras i otros grupos de principiantes, me di cuenta de algo raro. El miedo y la tensión de ayer seguían allí, sin duda, pero también había algo nuevo: emoción. Un par de novatos estaban prácticamente chillando de alegría mientras hablaban en silenciosos susurros. Cerca de allí, un grupo de chicos de mi misma edad gesticulaban violentamente y tenían caras entusiasmadas y sonrientes.Me estaba perdiendo algo allí … a no ser que todo lo que sucedió ayer fuera un sueño. Necesite de todo mi autocontrol para no ir a preguntarle a alguien que estaba sucediendo. Si me retrasaba, llegaría tarde al entrenamiento. Aunque la curiosidad me estaba matando. ¿Habían encontrado o habían matado a los Strigoi y a los humanos? Sin duda sería una buena noticia, pero algo me decía que ese no era el caso. Empujando las puertas para abrirlas, me lamente de tener que esperar hasta el desayuno para averiguarlo.-Hath-away, no huyas - me llamó una voz monótona.Eche un vistazo detrás mío y hice una mueca. Mason Ashford, otro principiante y buen amigo mío, empezó a andar a mi lado.-Que eres, doce? – Le pregunté, continuando andando hacia el gimnasio.-Casi- dijo -Ayer eche de menos tu rostro sonriente. ¿Dónde estabas?-Al parecer, mi presencia en la casa de los Badica aun no había sido revelada. No es que fuera un secreto o algo así, pero yo no quería discutir los detalles sangrientos. – Tenía cosas que entrenar con Dimitri.--Dioss- murmuro Manson. - Ese tipo siempre esta trabajando contigo ¿ No se da cuenta de que nos esta privando a los demás de tu belleza y encanto?-- Cara sonriente? Belleza y encanto? No será que estas un poco espeso esta mañana? No?- me rio.- Oye, estoy diciendo las cosas como son. En realidad, tienes suerte de tener a alguien tan suave y brillante como yo haciendo toda esta gran atención para ti.-Seguí sonriendo. Mason siempre coqueteo mucho, y le gustaba coquetear conmigo en particular. En parte era sólo porque yo era buena en eso y le gustaba coquetearme. Pero se que sus sentimientos hacía mí son algo más que de amistad, y yo todavía estaba decidiendo cómo sentirme acerca de eso. El y yo tenemos el mismo ridículo sentido del humor y frecuentemente llamábamos la atención en la clase y entre amigos. Tenía unos magníficos ojos azules y un desordenado pelo rojo que parecía que nunca se hubiera acostado. Era lindo.Pero salir con alguien nuevo iba a ser un poco difícil cuando todavía pensaba en el tiempo que estuve medio desnuda en la cama con Dimitri.-Suave y brillante. No?- Sacudí mi cabeza. – No creo que me des mucha atención mientras tengas un ego tan grande. Necesitas que alguien te golpee un poco.-- ¿A si?- preguntó -Bueno, puedes probar lo mejor de ti en las pistas.-Dejé de caminar. -¿El qué?--Las pistas- Inclina la cabeza. – Tu sabes, el viaje de esquí.--¿Qué viaje de esquí?- Me parece que faltaba algo serio aquí.-¿Dónde has estado esta mañana?- me pregunto mirándome como si yo estuviera loca.- En la cama! Me levante solamente, como, hace cinco minutos. Ahora empieza des de el principio y cuéntame de que estas hablando.- Temblé por la falta de movimiento. –I vamos a seguir andando- lo hicimos.- A si que, sabes todo el mundo tiene miedo de que sus hijos vuelvan a casa por Navidad? Bueno, pues hay un albergue de esquí enorme en Idaho que se utiliza exclusivamente para la realeza i los Morois ricos. Los dueños lo vana abrir para los alumnos de la Academia y sus familias, y cualquier otro Moroi que desee ir. Con toda esta gente, van a haber un tonelada de guardianes para protegerlo, así que estaremos totalmente seguros.--No puedes estar diciéndolo en serio- le digo. Llegamos al gimnasio i entramos en el frio.Manson asintió con impaciencia. – Es verdad. Se supone que el lugar es increíble.- Él me dio esa sonrisa que siempre hacia que la mía volviera. –Vamos a vivir como unos príncipes, Rose. Al menos durante una semana o algo así. Saldremos un día después de Navidad.-Me pare allí, entusiasmada y sorprendida. Yo no lo había visto así. Realmente era una idea brillante, que permitía reunir a las familias con una buena seguridad. ¡Un punto de reunión! Una albergue real de esquí. Yo esperaba pasar la mayoría de mis vacaciones matando el tiempo y mirando la TV con Lissa y Christian. Ahora iba estar en un alojamiento de cinco estrellas. Cenas de langosta. Masajes. Guapos instructores de esquí...El entusiasmo de Mason era contagioso. Podía sentirlo crecer en mi, y luego de repente, se paro.Estudiando mi cara, vio el cambio en seguida. -¿Qué tiene de malo? Es genial--Lo es- admito – I se porque todo el mundo esta tan entusiasmado, pero la razón por la cual vamos a ir a este lugar de lujo es porque, bueno, porque la gente murió. Quiero decir, no parece raro todo esto?-Manson disminuyo un poco su expresión de alegría – Sí, pero nosotros estamos vivos, Rose. No podemos dejar de vivir porque otras personas estén muertas. Y tenemos que asegurarnos que un mayor numero de personas no mueran. Por eso ese lugar es una gran idea. Es seguro.- Sus ojos eran tormentosos. - Dios, no puedo esperar a que estemos fuera de aquí, en el campo. Después de escuchar lo que paso, sólo quiero ir a romper alguno Strigoi. Me gustaría poder ir ¿sabes? No hay ninguna razón. Ellos podrían utilizar ayuda adicional, y sabemos todo lo que necesitamos saber para –La furia de su voz me recordó a mi explosión de ayer, a pesar de que yo había reaccionado más que él. Sus ganas de actuar era impetuosas y ingenuas, mientras que la mías habían nacido de algo extraño, oscuro e irracional que yo aun no entiendo.Cuando no respondi, Mason me miro perplejo. -¿No quieres?.--No se Manson- Yo miraba hacia el suelo evitando sus ojos y estudiando la punta de mis zapatos. –Quiero decir, no quiero que haya Strigois por allí, matando a la gente. Y quiero evitar que ocurra… pero, bueno, ni siquiera estamos cerca de estar preparados. He visto lo que pueden hacer yo no se. Apresurarse no sería la respuesta.- Sacudí la cabeza pareciendo reservada. Que pena. Sonaba tan lógica y cautelosa. Sonaba como Dimitri. -No es importante, ya que no va a pasar nada de todos modos. Supongo que debe ser solo el entusiasmo del viaje, ¿eh?-El humor de Manson cambio rápidamente, y se volvió una vez más tolerante. – Sí. I tu harías mejor de tratar de recordar como has de esquiar, porque te estoy retando a que me golpees el ego. Que no va a suceder.-Sonreí otra vez. – Chico, seguro que va a ser muy triste cuando te haga llorar. Ya me estoy sintiendo culpable.-Abrió la boca. Sin duda, para darme alguna elegante respuesta, y a continuación, su mirada capturo algo - o más bien a alguien detrás de mí. Me volví i vi la alta figura de Dimitri acercándose des del otro lado del gimnasio. Me hizo una reverencia de galante. - Su señor y amo. Te veo después Hathway. Empieza a planear tus estrategias de esquí.- Abrió la puerta y desapareció en la oscuridad. Me di la vuelta y me uní a Dimitri.Al igual que otros dhampirs novatos, pasé la mitad de mi día escolar en una forma o otra, preparándome, ya sea física o aprendiendo sobre la lucha contra los Strigoi y la manera de defenderse contra ellos. Los novatos también hacían prácticas a veces después de la escuela. Yo sin embargo, me encontraba en una situación única.Aunque hice una pausa de mi decisión de irme lejos de St. Vladimir. Victor Dashkov había representado una gran amenaza para Lissa. Por eso nuestro ampliado tiempo de vacaciones había vuelto con consecuencias. Estar fuera durante 2 años me había atrasado en mis clases de guardián, por lo tanto, la escuela había declarado que tenía que ir a más practicas antes y después de la escuela.Con Dimitri.Poco sabían ellos que también me estaban dando lecciones para evitar las tentaciones. Pero dejando mis tentaciones de lado, yo era una alumna rápida, y con su ayuda casi había atrapado hasta los seniors.Puesto que no llevaba puesto su abrigo, yo sabía que íbamos a trabajar a dentro hoy, que fue una muy buena noticia. Fuera te congelabas. Sin embargo, la felicidad que sentí no fue nada comparado con lo que sentí cuando vi que era exactamente lo que él había preparado en la sala de entrenamiento.Había una serie de maniquíes repartidos en los extremos de las paredes, maniquíes que parecían asombrosamente reales. No paja rellenando una bolsa. Había hombres y mujeres, con ropa de calle, con piel de goma y distintos colores de pelo y ojos. Tenían expresiones que iban des de miedo, feliz a enfadado. Ya había trabajado con estos maniquíes en otros entrenamientos, para darle patadas y puñetazos. Pero nuca trabaje con lo que sostenía Dimitri: Una estaca de plata.-Cool - respiré.Era idéntica a la que había encontrado en la casa de los Badica. Tenía una empuñadura en la parte inferior, casi como una empuñadura en la que el lado sobresalía un poco. Allí fue donde su semejanza con una daga se terminó. En lugar de una hoja plana, la estaca tenía espesor, con un cuerpo redondeado que se reducía en un punto, algo así como un pica hielo. Toda ella era un poco más corta que mi antebrazo.Dimitri se inclino casualmente contra la pared, en una postura fácil que siempre le quedaba notablemente bien. Con una mano, lanzo la estaca al aire, que giro dando un par de volteretas y luego bajó. Él la cogió por la empuñadura primero.-Por favor, dime que hoy voy a aprender esto.-le digo.La diversión destellaba en las profundidades de sus ojos oscuros. Creo que él debía de pasar momentos duros al tener que guardar una cara seria a mí alrededor a veces.-Vas a tener suerte si te dejo sostenerla hoy- él dijo. Con un movimiento volvió a tirar la estaca en el aire. Mis ojos lo siguieron ansiosamente. Empecé a decir que ya había sostenido una ya, pero sabía por la línea de la lógica que no conseguiría llegar a ningún sitio.En su lugar, arrojó mi mochila al suelo, tiro mi abrigo al suelo y me cruze de brazos expectante. Llevaba unos pantalones anchos atados a la cintura y un top con capucha encima. Arrastre mi pelo oscuro brutalmente para hacerme una cola de caballo. Estaba lista para cualquier cosa.-¿Quieres que te diga como funcionan y porque debería siempre ser cautelosa a su alrededor?- le digo.Dimitri que giraba la estaca la detuvo y me miraba asombrado.-Vamos- me rio –No crees que se como trabajas ahora? Hemos estado haciendo esto durante casi tres meses. Siempre me haces hablar de la seguridad y la responsabilidad antes de dejarme hacer algo divertido.--Ya veo- dijo – Bueno, creo que lo tienes todo planeado. Así que puedes seguir con la clase. Voy a esperar aquí hasta que me necesites de nuevo.-Él guardó la estaca envolviéndola en un protector de cuero que colgaba de su cinturón y después se apoyo cómodamente contra la pared, poniendo las manos en los bolsillos. Espere, pensando que bromeaba, pero cuando no dijo nada, me di cuenta de lo que significaban sus palabras.-La plata siempre tiene potentes efectos sobre las criaturas mágicas, que pueden ayudar o dañarlos si le pones suficiente poder. Las estacas son bases realmente duras porque cogen a cuatro Morois distintos para hacerlas, y utilizan cada uno del los cuatro elementos para forjarla.-Fruncí el ceño, viendo algo de repente.- Bueno, excepto el espíritu. Por lo tanto, se alimentan de la magia y son las únicas armas, aparte de la decapitación, que pueden hacerle daño a un Strigoi , pero para matarles, se debe de clavar a través del corazón.--¿Te haría daño?-Sacudí mi cabeza. - No, quiero decir, bueno, sí, si me la clavaras en el corazón me dañaría, pero no como le dañaría a un Moroi. Si les arañara con la estaca, les golpearía muy dura, pero no tan fuerte como le afectaría a un Strigoi. I no les dolería a los humanos, ya sea…-Me pare un momento y mire distraídamente la ventana detrás de Dimitri. La helada cubría el cristal, patrones cristalinos chispeaban, pero apenas lo noté. Mencionar los humanos y las estacas me había trasportado de nuevo a la casa de los Badica. La sangre y la muerte destellaba en mis pensamientos.Viendo a Dimitri mirarme, sacudí las memorias y seguí con la lección. Dimitri de tanto en tanto asistía con la cabeza o me hacía una pregunta para aclarar alguna cosa. Cuando el tiempo se termino, me quede esperando que él me dijera que había acabado y que podría empezar la carnicería de los maniquíes. En cambio, espero hasta casi diez minutos antes de que finalizara nuestra clase antes de conducirme hasta uno con el pelo rubio y perilla. Dimitri sacó la estaca pero no me la dio.-¿Dónde lo vas a poner?- mepreguntó-En el corazón- Le respondí irritada –Ya te dije eso como unas cien veces. ¿Puedo tenerla ahora?-El se permitió una sonrisa. -¿Dónde está el corazón?-Le di un mirada de lo estas diciendo en serio. Él simplemente se encogió de hombros.Con mucho énfasis señale el lado izquierdo del pecho del maniquí. Dimitri sacudió la cabeza.-Allí no está el corazón- me dijo-Claro que está! La gente pone su mano sobre el corazón al decir un juramento a la Bandera o al cantar el himno nacional.-Él siguió mirándome de manera expectante.Me volví de nuevo al maniquí estudiándolo. En la parte trasera de mi cerebro me acorde del aprendizaje de la RCP y en donde tuvimos que poner nuestras manos. Golpeé ligeramente el centro del pecho del maniquí.-Es aquí?-El arqueó la ceja. Normalmente pensaba que era algo genial. Hoy me molestaba. - No sé- dijo -¿Es?--Es lo que te estoy preguntando!--No deberías de tener que preguntármelo. ¿No tomasteis todos fisiología?--Sí. El año pasado. Me encontraba de “vacaciones” ¿recuerdas?- Señale la estaca que destellaba. –¿Puedo cogerla ahora?-Le da la vuelta de nuevo, haciendo un flash de luz, y desapareció en la vaina.-Quiero que me digas dónde está el corazón en la próxima clase. Exactamente donde. Y también quiero saber cual es el camino para llegar a él.-Le di mi más feroz mirada, que a juzgar por su expresión, no debe haber sido nada feroz. Nueve de cada diez veces pensé que Dimitri era la cosa más sexy sobre la tierra. Luego, habían momentos como este…Me dirigía la primera clase, una clase de combate, de mal humor. No me gustaba parecer una incompetente delante de Dimitri, y realmente, realmente deseé usar una estaca. Por lo tanto, en clase saque mis molestias a cualquiera que pudiera darle un puñetazo o pegarle una patada. Al final de la clase, nadie quería luchar conmigo. Golpeé accidentalmente a Meredith, una de las pocas chicas que había en mi clase, tan fuerte que ella pensaba que le había atravesado su espinilla de lleno. Ella iba a tener un feo moratón y espero mirándome como si lo hubiera hecho a propósito. Me disculpé inútilmente.Luego, Manson me encontró de nuevo.-Oh, hombre- él dijo estudiando mi cara. -¿Quién te ha molestado?-De inmediato empecé a contarle lo de la estaca de plata y el corazón.Para mi disgusto, se rió. -¿Cómo no sabes dónde está el corazón? Sobretodo teniendo en cuenta cuantos muchos de ellos has roto?-Le di la misma mirada feroz que le di a Dimitri. Esta vez funciono. La cara de Manson palideció.-Belikov es un enfermo, un hombre malvado que debería ser arrojado a un pozo de víboras rabiosas por la gran ofensa que ha cometido en tu contra esta mañana.--Gracias- le digo, luego pienso - ¿Pueden las víboras ser rabiosas?--No veo porque no. Todo puede ser. Yo creo.- Me aguanta la puerta para mí. –Aunque, los gansos canadienses podrían ser peor que las víboras.-Le di una mirada de soslayo – ¿Los gansos canadienses son más mortíferos que las víboras?--¿Alguna vez has intentado alimentar a esos pequeños bastardos?- me preguntó, procurando seriedad –Son viciosos. Lo que obtienes lanzándolo a las víboras, muere rápidamente. ¿Pero los gasnsos? Tienes para días. Más sufrimiento.--Wow. No se si tengo que estar impresionada o asustada de que hayas pensado todo esto.- Comento.-Sólo trato de encontrar formas creativas de vengar tu honor, eso es todo.--Tu nunca has sido un tipo creativo, Mase-Estábamos justo fuera nuestra segunda clase. Mason sigue teniendo la expresión de luz de broma, pero había un sugestiva nota en su voz cuando hablo de nuevo. –Rose, cuando estoy cerca de ti, pienso en toda clase de cosas creativas para hacer.-Todavía estaba riendo sobre las víboras y me pare bruscamente, mirándolo con sorpresa. Siempre pensé que Mason era lindo, pero con esa seriedad, la mirada humeaba en sus ojos, repentinamente se me ocurrió por primera vez que en realidad era un tipo sensual.-Oh, mira eso- se rió, notando lo mucho que me había cogido con la guardia baja.-Rose consigue quedarse sin habla. Ashford 1, Hathway 0.--Oye, no quiero hacerte llorar antes del viaje. No será divertido si ya te he roto incluso antes de que lleguemos a las pistas.-Se rió y entramos al aula. Era una clase teórica de guardianes, una que hacíamos en una clase real, no en un lugar de práctica sobre el terreno. Se trataba de un agradable descanso de todo el esfuerzo físico. Hoy, habían tres guardianes que estaban parados en frente y que no eran del regimiento de la escuela. Los padres y sus guardianes ya habían empezado a llegar a la escuela para acompañar a sus hijos a la estación de esquí. Me pico la curiosidad inmediatamente.Uno de los invitados era un hombre que parecía que tenía un centenar de años, pero aun podía patear importantes culos. El otro tipo era aproximadamente dela edad de Dimitri. Tenía una piel profundamente bronceado y estaba lo suficientemente bien trabajado para que algunas niñas de la clase parecían lista para desmayarse.El último guardián era una mujer. Su cabello castaño-rojizo y rizado era cautivador, y sus ojos marrones se perdieron en el pensamiento. Como he dicho, una gran cantidad de dhampir mujeres optan por tener hijos en lugar de seguir su camino como guardianas. Dado que yo también era una de la pocas mujeres en esta profesión, siempre he estado muy contenta de cumplir con los demás, como Tamara.Sólo que esta no se trataba de Tamara. Esta era alguien que conocía por muchos años, alguien que lo acciono todo menos el orgullo y el entusiasmo. Por el contrario sentí resentimiento. El resentimiento, la ira y la furia.
La mujer de pie en frente de la clase ERA MI MADRE.

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