lunes, 27 de abril de 2009

Capítulo 9 traducido por Lucía

NO VÍ A DIMITRI POR un tiempo después de eso. Más tarde ese día me envió un mensaje diciendo que pensaba que deberíamos cancelar nuestras próximas dos sesiones debido a la proximidad de sus planes sobre abandonar el campus. Las clases estaban a punto de acabar de todas maneras, dijo; tomar un descanso de las prácticas parece ser algo razonable. Era una pobre excusa, yo sabía que esa no era la razón por la cual él las cancelaba. Si me quería evitar, hubiera preferido que inventara algo sobre como él y los otros guardianes debían reforzar la seguridad de Moroi o que debía practicar algún movimiento ninja súper secreto.No tuve en cuenta su historia, yo sabía que me estaba evitando por causa del beso. Ese condenado beso. No me arrepentía, no exactamente. Solo Dios sabe cuanto he estado esperando para besarlo, pero lo hice por las razones equivocadas, debido a que estaba molesta y frustrada y sólo quería probar que lo podía hacer. Estaba tan cansada de hacer siempre lo correcto, lo inteligente. Estaba tratando de tomar el control pero parece que todo empeoró.No había olvidado la advertencia que una vez me dio— que estar juntos no solo se trataba de la edad, sino que interferiría con nuestros trabajos. Presionándolo en el beso....bueno, yo había abanicado las llamas de un problema que podría herir a Lissa finalmente, no debería haberlo hecho.Ayer había sido incapaz de detenerme, hoy puedo ver todo más claro y no puedo creer lo que he hecho.Me reuní con Mason la mañana de Navidad, y nos encontramos con los otros para salir. Era una buena oportunidad para sacar a Dimitri de mi cabeza. Me gustaba Mason—bastante y no era como si tuviera que escaparme y casarme con él. Como dijo Lissa, sería saludable para mi salir con alguien nuevamente. Tasha había estado organizando nuestro desayuno-almuerzo de Navidad en un salón elegante en las habitaciones de huéspedes de la Academia. Muchas actividades en grupo y fiestas estaban ocurriendo en toda la escuela, pero rápidamente me di cuenta que la presencia de Tasha creaba una perturbación. Las personas o la miraban fijamente en secreto o se apartaban de su camino para evitarla. Algunas veces ella podía desafiarlos, o mantenerse cabizbaja, pero hoy eligió mantenerse lejos del camino de las otras realezas y simplemente disfrutar esta pequeña y privada fiesta de aquellos que no le huían.Dimitri había sido invitado a la reunión y parte de mi resolución falló cuando lo vi. Estaba vestido elegantemente para la ocasión, Okay, “vestido elegantemente” era una exageración pero era lo que más se le parecía. Nunca lo había visto de esa manera, usualmente el lucía un poco rudo...preparado para entrar en una batalla en cualquier momento.Hoy, su oscuro pelo estaba atado a la parte de atrás de su cuello, como si el realmente hubiera tratado de estar elegante. Estaba usando sus usuales jeans y sus botas de cuero, pero en vez de llevar una remera o su camisa termal, tenía puesto un fino buzo negro tejido. Era un sweater ordinario, no era de diseñador, ni caro, pero le agregó un toque de pulcritud que normalmente no tenía, y buen Dios, le quedaba muy bien.Dimitri no era malo ni nada de eso, pero no salió de su camino para entablar una conversación conmigo. Sin embargo habló con Tasha, y miré con fascinamiento como hablaban tan fácilmente con ese modo que ellos lo hacían. Sabía que un buen amigo de él era un primo lejano de la familia de Tasha y así se habían conocido.-Cinco? -Preguntó Dimitri asombrado. Ellos estaban discutiendo el número de hijos que tenía su amigo.-Yo no había oído eso.-Tasha asintió.-Es insano. Lo juro, no creo que su esposa tenga más de seis meses libres entre cada embarazo. Ella es baja, también— así que debe haber engordado y engordado.-Cuando lo conocí, ni siquiera quería hijos.-Sus ojos se ensancharon exitadamente.-Lo se! No puedo creerlo. Deberías verlo ahora, se derrite por ellos. Ni siquiera puedo entenderlo la mitad del tiempo. Lo juro, habla más como un bebe que Inglés.-Dimitri sonrió con esa rara sonrisa suya.-Bueno…los niños provocan eso en la gente-No puedo imaginarme que te pase eso a ti.-Ella rió. –Tú no eres nada sensible. Por supuesto…supongo que habrás hecho habla de bebe en ruso, uno nunca sabe. Ambos se rieron de eso, yo me di media vuelta y me fui, agradecidamente Mason estaba ahí para hablar, era una buena distracción de todas las cosas, porque adhiriéndole a que Dimitri me ignoraba, Lissa y Christian estaban charlando en su pequeño mundo.El sexo parecía haberlos enamorado mucho más de lo que estaban, y me preguntaba si podría pasar algún tiempo con ella en todo el viaje de ski. Eventualmente se alejó de él para darme mi regalo de Navidad.Abrí la caja y miré dentro, vi un cordón de cuentas marrones, y la esencia de rosas flotó por el aire.-Que…Saqué el cordón, y un pesado crucifijo de oro sonó desde el final de él. Ella me había dado un CHOTKI. Era parecido a un rosario, sólo que más pequeño, del tamaño de un brazalete.-Estás tratando de convertirme?-Pregunté socarronamente. Lissa no era una loca religiosa ni nada de eso, pero ella creía en Dios e iba a la iglesia regularmente. Como muchas de las familias Moroi que provenían de Rusia y el este de Europa, ella era una cristiana ortodoxa. Yo? Era mucho más que una Agnóstica Ortodoxa. Pienso que Dios probablemente exista, pero no tengo el tiempo ni la energía para investigar. Lissa respetó eso y nunca trató de presionarme con su fe, eso hacía su regalo mucho más extraño.-Póntelo.-Ella dijo, claramente divertida con mi shock. Lo hice. En la parte de atrás de la cruz, había grabado en oro un dragón trenzado con flores.La cresta de Dragomir. Yo la busqué, confundida.-Es una herencia familiar.-Dijo. –Uno de los buenos amigos de mi padre mantuvo guardada una caja con sus cosas. Esto estaba entre ellas. Le perteneció al guardián de mi bisabuela.-Liss … -Le dije. El chotki tomó un Nuevo significado. -No puedo…no podéis darme algo como esto.-Bueno, ciertamente no puedo quedármelo. Es para un guardián, mi guardián.Enrollé las cuentas alrededor de mi muñeca. La cruz se sentía fría contra mi piel.-Sabes…me burlé –Hay una Buena posibilidad de que me pateen fuera de la escuela antes de convertirme en tu guardián.Ella sonrió. –Bueno, después de que lo hagan me la podéis devolver.Todo el mundo se rió. Tasha empezó a decir algo, pero paró cuando miró la puerta.-Janine!Mi madre estaba de pie allí, estaba rígida e impasible como siempre.-Siento llegar tarde, dijo –Tuve que encargarme de un negocio.Negocios. Como siempre. Hasta en Navidad.Sentí que mi estómago se revolvía y mis mejillas se calentaban cuando los detalles de nuestra pelea volvieron a mi mente. Ella no había dicho ni una palabra de comunicación desde que ocurrió nuestra pelea dos días atrás, ni cuando estaba en la enfermería. Ni disculpas. Nada. Rechiné mis dientes.Ella se sentó con nosotros y rápidamente se unió a la conversación. He descubierto que ella sólo podía hablar de un tema: los negocios de los guardianes. Me preguntaba si tenía algún hobbie. El ataque Badica estuvo en la mente de todos, y éste la condujo a hablar sobre una pelea similiar en la que ella había estado.Para mi horror, Mason se fascinó con cada una de sus palabras.-Bueno, las decapitaciones no son tan fáciles como parecen. Dijo en su manera de la realidad. Nunca pensé que fueran nada fáciles, pero su tono sugería que ella creía que todos pensaban que eran una pavada.-Debéis pasar el cordón espinal y los tendones. Hasta el hueso,-vi como Lissa se mareaba. Ella no era buena para las charlas asquerosas. Los ojos de Mason se iluminaron.-Cuál es la mejor arma para hacerla?Mi madre lo consideró.-Un hacha. Podes tener más peso.-Ella hizo un movimiento oscilante por vía de la ilustración.-Qué bien!.-Él dijo. – Hombre, espero que me dejen cargar un hacha.Era un idea cómica y ridícula, ya que las hachas no eran para nada armas convenientes de cargar. Por medio segundo, el pensamiento de Mason caminando por una calle con un hacha sobre su hombro iluminó un poco mi humor. El momento pasó rápidamente.Honestamente no podía creer que estuviéramos teniendo esta conversación en Navidad.La presencia de mi madre había agriado todo. Afortunadamente el grupo de personas se dispersó. Christian y Lissa se fueron a hacer sus propias cosas, Dimitri y Tasha aparentemente tenían que ponerse al día un poco más. Mason y yo estábamos bien en nuestro camino a los dormitorios dhampir cuando mi madre se nos unió. Ninguno de nosotros dijo nada. Las estrellas abarrotaban el oscuro cielo, alto y brillante, su brillo hacía juego con el hielo y la nieve alrededor nuestro. Llevaba mi abrigo de marfil adornado con piel falsa, e hizo un buen trabajo manteniendo mi cuerpo templado, aunque no hizo nada contra las frías ráfagas que quemaron mi cara. Caminamos todo el tiempo, yo seguía esperando que mi madre diera la vuelta hacia las otras áreas de guardianes, pero ella entro con nosotros.-He estado queriendo hablar contigo- dijo finalmente. Mis alarmas se encendieron, que hice ahora? Eso fue todo lo que ella dijo, pero Mason rápidamente entendió la indirecta. Él ni era estúpido ni era obvio con las señales sociales, justo como en ese momento, hubiera deseado que lo fuera. También encontré irónico que él quisiera pelear contra todos los Strigoi en el mundo pero le tuviera miedo a mi madre.Me lanzó una mirada de disculpa, se encogió de hombros y dijo-Hey, debo irme, a, algún lado. Te veo luego.Lo miré lamentando que se fuera, deseando poder correr tras él. Probablemente mi mamá me haría frente y me golpearía en el otro ojo si trataba de escapar. Mejor hacer las cosas a su manera y resolver esto. Moviéndome incómodamente, miré hacia todos lados menos a ella esperando que hablara. Desde la esquina de mi ojo, pude ver unas pocas personas mirándonos. Recordando como todo el mundo parecía saber cómo ella me había dejado el ojo negro, decidí repentinamente que no quería testigos alrededor que escucharan cualquier clase de lección que ella me fuera a dar.-Quieres, um, ir a mi habitación?-preguntéElla miró sorprendida, un poco insegura. –Claro.La conduje al piso de arriba, manteniéndome a una distancia segura mientras caminábamos. Una embarazosa tensión se construyó entre nosotras. Ella no dijo nada cuando llegamos a mi habitación, pero la vi examinar cuidadosamente cada detalle, como si un Strigoi estuviera oculto allí.Me senté en la cama esperando mientras ella se paseba, insegura sobre lo que debía hacer.Pasó sus dedos sobre una pila de libros sobre el comportamiento y la evolución animal.-Son éstos para un trabajo?- preguntó-No. Solo estoy interesada en eso, eso es todo.Sus cejas se alzaron. Ella no sabía eso, pero cómo iba a saberlo? No sabía nada sobre mí.Continuó con su apreciación, deteniéndose para estudiar pequeñas cosas mías que aparentemente la sorprendían.Una foto de Lissa y yo vestidas de hadas para Halloween. Un bolso de SweeTarts. Fue casi como si mi madre estuviera viéndome por primera vez.Abruptamente, se dio vuelta y me extendió su mano. –Aquí.Sobresaltada, me apoyé hacia delante y mantuve mi palma fuera debajo de la de ella. Algo pequeño y frío cayó en mi mano. Era un colgante redondo, uno pequeño, no mucho más grande que una moneda de diez centavos de diámetro. Una base de plata sostenía un disco llano de círculos de colores. Frunciendo el ceño, pasé mi pulgar sobre su superficie. Era extraña, pero los círculos casi lo hacían ver como un ojo. El interior de éste era pequeño, justo como una pupila. Era tan azul oscuro que parecía negra. Alrededor había un gran círculo azul pálido, que estaba rodeado por un círculo blanco. Un muy, muy delgado anillo del mismo azul oscuro rodeaba el exterior.-Gracias-le dije. No esperaba nada de ella. El regalo era extraño—para qué diablos ella me daría un ojo? —pero era un regalo... –Yo... yo no tengo nada para ti.Mi mamá asintió, cara inexpresiva e indiferente una vez mas. –Esta bien. No necesito nada.Giró nuevamente, y empezó a caminar por la habitación. No tenía mucho espacio para hacerlo, pero su baja estatura le daba un paso pequeño. Cada vez que pasaba frente a la ventana sobre mi cama, la luz capturaba su pelo y lo iluminaba. La miré curiosamente y me di cuenta que ella estaba nerviosa al igual que yo.Se detuvo y me miró. –Cómo esta tu ojo?-Mejorando.-Bien. Abrió su boca y tuve el presentimiento que estaba a punto de disculparse. Pero no lo hizo. Cuando comenzó a pasearse nuevamente, decidí que no podía seguir soportando la inactividad. Comencé apartando mis regalos. Había obtenido una linda pila de cosas esta mañana. Una de ellas era un vestido de seda, regalo de Tasha, rojo, con flores bordadas.Mi madre me miró colgarlo en el diminuto armario de la habitación. -Tasha fue muy amable-Sí –estuve de acuerdo. –Yo ni sabía que me iba a regalar nada. Ella me agrada.-A mi también.Me di la vuelta y la mire fijamente. Mi sorpresa reflejaba la de ella. Si no la hubiera conocido mejor hubiera dicho que estábamos de acuerdo en algo. Tal vez los milagros de Navidad si ocurrían.-Guardián Belikov será una buena pareja para ella.-Yo—pestañee, no estaba segura sobre lo que estaba hablando. –Dimitri?-Guardián Belikov- me corrigió severamente, todavía sin aprobar mi forma casual de nombrarlo.-Qué...qué clase de pareja? –pregunté.Ella levantó una ceja. –No me has escuchado? Ella le pidió que sea su guardián—desde que no tiene uno.Me sentí cómo si me hubieran golpeado nuevamente- Pero él esta asignado aquí. Y a Lissa.-Los arreglos pueden deshacerse. Sin tener en cuenta la reputación de Ozera...ella todavía es de la realeza. Si ella presiona, ella lo puede conseguir.Miré fijamente hacia la nada. –Bueno, supongo que son amigos y todo.-Más que eso—o probablemente lo podrían ser.Bam! Golpeada otra vez.-Qué??-Hmm? Oh. Ella está interesada en él. Por el tono de mi madre, estaba claro que los asuntos románticos en realidad no le interesaban. –Ella está dispuesta a tener hijos dhampir, así que es posible que puedan hacer un acuerdo si él es finalmente su guardián.Oh. Mi. Dios.El tiempo se congeló. Mi corazón dejó de latir.Me di cuenta que mi madre estaba esperando una contestación. Estaba apoyada en mi escritorio, mirándome. Podría ser capaz de cazar un Strigoi, pero no era consciente de mis sentimientos.-Él....él lo hará? Ser su guardián? Pregunté rápidamente. Mi mamá se encogió de hombros. –No creo que acepte todavía, pero por supuesto que lo hará. Es una gran oportunidad.-Por supuesto. -Repetí. Por qué iba Dimitri a despreciar la oportunidad de ser guardián de una amiga y de tener un bebé? Creo que mi mamá dijo algo más después de eso, pero no la escuché. No escuché nada. Me quedé pensando en Dimitri abandonando la Academia, abandonándome a mi. Pensé en la manera en que él y Tasha habían mejorado su relación. Y después de esos recuerdos, mi imaginación empezó a crear futuras escenas. Tasha y Dimitri juntos. Tocándose. Besándose. Desnudos. Otras cosas…-Estoy cansada.Mi mamá terminó su oración. No tenía ni idea de lo que había estado diciendo antes de que la interrumpiera.-Estoy realmente cansada. Repetí. Pude oír el vacío de mi propia voz. Vacía. Sin emoción. –Gracias por el ojo...um, cosa, pero si no te importa...Mi mamá me miró sorprendida, sus rasgos abiertos y confundidos. Luego, así como así, su fría pared de profesionalismo volvió a su lugar. Hasta ese momento, no me había dado cuenta de cuanto tiempo la había dejado fuera. Por un breve momento, ella se había hecho vulnerable conmigo. Esa vulnerabilidad ahora se había ido.-Claro- ella dijo aburridamente. –No quiero molestarte.Quería decirle que no era así. Quería decirle que no la estaba echando por ninguna razón personal. Y quería decirle que deseaba que fuera la amable, amorosa y comprensiva madre de la que siempre se oía hablar, una en la cual poder confiar. Hasta quizá poder ser una madre con la cual poder discutir sobre mi vida amorosa. Dios. Desearía poder decirle a alguien sobre eso, en realidad. Especialmente en este momento.Pero estaba demasiado atrapada en mi drama personal como para decir ninguna palabra.Sentía como si alguien me hubiera arrancado el corazón y lo hubiera lanzado al otro extremo de la habitación. Había un agonizante y caliente dolor en mi pecho, y no tenía idea de cómo podría llenarse alguna vez. Había una cosa que aceptar, no podía tener a Dimitri.No le dije nada más a mi madre, debido a que mis capacidades de hablar ya no existían. La furia centellaba en sus ojos, y sus labios se habían alargado en esa tirante expresión de disgusto que ella utilizaba muy a menudo. Sin más palabra, se dio media vuelta y se marchó, golpeando la puerta tras ella. Golpear la puerta era algo que yo también hubiera hecho, en realidad. Supuse que sí compartíamos algunos genes. Pero me olvidé de ella casi inmediatamente. Sólo me quedé sentada pensando. Pensando e imaginando.Pasé el resto del día haciendo un poco más que eso. Me salté la cena. Solté algunas lágrimas. Pero el mayor tiempo lo pasé sentada en mi cama pensando y poniéndome cada vez más y más deprimida. También descubrí que la única cosa peor que imaginar a Dimitri y Tasha juntos era recordar cuando estábamos juntos. Él nunca me tocaría de nuevo de esa manera, nunca me besaría otra vez...
Estas fueron las peores Navidades de mi vida.

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