sábado, 18 de abril de 2009

Capítulo 5 Traducido por Dawn

No tenía ni idea de lo Dimitri estaba hablando, pero le seguí a lo largo obedientemente. Para mi sorpresa, él me condujo fuera de los límites del campus a los bosques circundantes. La Academia tenía en propiedad un lote de tierras, de las cuales no todas eran utilizadas activamente para fines educativos. Estábamos en una parte remota de Montana y, a veces, parecía como si la escuela apenas frenara el desierto. Caminamos en silencio por un tiempo, atravesábamos hundiendo nuestros pies calculando el espesor de la nieve virgen. Algunas aves cantaban sus saludos al sol, pero principalmente todo lo que se veía era la nieve pesada sobre los árboles perennes. Tuve que trabajar para mantener paso con Dimitri, sobre todo porque la nieve me frenaba un poco. Pronto, visualice una gran y oscura forma delante de nosotros. Algún tipo de edificio. - ¿Qué es eso? - Le pregunté. Antes de que pudiera responder, me di cuenta de que era una pequeña cabaña, hecha de troncos y todo lo demás. Un examen más detallado reveló que los troncos podridos parecían estar desgastados en algunos lugares. El techo un poco combado. - Un antiguo puesto – dijo – los Guardianes solían vivir en el borde del campus y para vigilar a los Strigoi. - ¿Por qué ya no? - No tenemos suficiente personal para ser tutores. Además, los Moroi han guardado la escuela con suficiente magia protectora y la mayoría piensa que no es necesario contar con personas reales de guardia.Siempre que los seres humanos no se apostaran en los pabellones, pensé. Por unos breves momentos, me entretuvo la esperanza de que Dimitri me estuviera llevando a alguna romántica escapada. Entonces oí las voces en el lado opuesto del edificio. Un sentimiento familiar zumbó en mi mente. Lissa estaba allí. Dimitri y yo rodeamos la esquina del edificio, caminando hacia una sorprendente escena. Había un pequeño estanque congelado allí, y Chritian y Lissa patinaban sobre hielo en el. Una mujer que no conocía estaba con ellos, pero ella no se volvió hacia mí. Todo lo que pude ver era su pelo negro que se movía torno a ella cuando se detuvo de patinar de una forma muy agraciada. Lissa sonrió cuando me vio. – Rose – Christian me miró mientras ella hablaba y tuve la clara impresión de que me estaba inmiscuyendo en su momento romántico. Lissa se trasladó a pasos torpes en el borde del estanque. Ella no era muy hábil patinando. Sólo podía mirar en desconcierto y con celos. - Gracias por invitarme a la fiesta. - Me imaginé que estabas ocupada – dijo - Y esto es secreto de todos modos. Se supone que no tendríamos que estar aquí.- Podría haber dicho eso. Christian patinó a su lado, y la extraña mujer poco después.- Tu hacías una fiesta - ¿Dimka? – ella Preguntó. Me preguntaba a quién hablaba, hasta que escuché la risa de Dimitri. Él no lo hacía con frecuencia y mi sorpresa aumentó. - Es imposible mantener a Rosa fuera de los lugares en los que no debería estar. Ella siempre encuentra el tiempo.La mujer sonrió de vuelta, volteando su largo pelo más allá de su hombro, a fin de de pronto vi su rostro completo. Tomó cada gramo de mi ya dudoso auto-control no reaccionar. Su cara en forma de corazón tenía unos grandes ojos exactamente del mismo tono que Christian, un azul pálido invernal. Los labios que me sonreían eran delicados y hermosos, glosados en un tono de color rosa a las sumas del resto de sus características. Pero a través de su mejilla izquierda, desfiguraba lo que hubiera sido de otra manera una suave piel blanca pero tenía el relieve de unas cicatrices purpúreas. Su forma y colocación se parecía mucho a alguien que hubiera sido mordido y desgarrado parte de su mejilla. Me di cuenta, que era exactamente lo que había sucedido. Trague fuerte. Sabía de repente quien era. Era la tía de Chritian. Cuando sus padres se habían vuelto Strigoi, habían vuelto a por él, con la esperanza de ocultarle a su vez y convertirle en Strigoi cuando fuera mayor. No conocía todos los detalles, pero sabía que su tía había rechazado que se lo quitaran. Como ya he dicho, sin embargo, los Strigoi eran mortales. Ella habría proporcionado suficiente distracción hasta que los guardianes se presentaron, pero no había salido sin daños. Ella extendió su mano enguantada hacia mí. - Tasha Ozera- dijo - He oído mucho de ti, Rosa. Di una peligrosa mirada a Christian y Tasha se rió. - No te preocupes – dijo - Todo era bueno. - No, no lo era - él contrarrestó. Ella sacudió la cabeza en exasperación. - Honestamente, no sé dónde obtuvo esas horribles habilidades sociales. No lo aprendió de mí - Eso es evidente, pensé. - ¿Qué estáis haciendo aquí? - Les pregunté. - Quería pasar un tiempo con estos dos – frunció el ceño arrugando la frente - Pero no me gusta colgar alrededor de la escuela en sí. No siempre son hospitalarios.... No lo pillé a la primera. Los funcionarios de la escuela por lo general se reducen todos a sí mismos cuando viene a visitar la realeza. Entonces me di cuenta. - Porque... por lo que pasó... Considerando la manera que todos tratan a Christian por lo de sus padres, yo no debería haberme sorprendido al encontrar en su tía la misma discriminación.Tasha se encogió de hombros – Así son las cosas - Ella se frotó las manos juntas y exhaló su aliento haciendo una helada nube en el aire. - Pero no estemos aquí, cuando podemos hacer fuego en el interior. Le di un último vistazo nostálgica al estanque congelado y luego seguí a los otros dentro. La cabina era bastante simple, cubiertas por capas de polvo y suciedad. Consistía en una sola habitación. Había una estrecha cama que no cubre, en la esquina y algunos estantes donde los alimentos probablemente habían sido almacenados alguna vez. Había una chimenea, sin embargo, y había un fuego que iba calentado el pequeño área. Los cinco nos sentamos, apiñados en torno a su calor, y Tasha cogió una bolsa de malvaviscos para cocer en las llamas. A medida la fiesta se hacía pegajosamente bondadosa, Lissa y Christian hablaban el uno con el otro fácilmente y de la misma cómoda manera que siempre. Para mi sorpresa, Tasha y Dimitri también hablaban en una forma familiar. Ellos, obviamente, se conocían de otras ocasiones. Realmente nunca le había visto antes de esta manera tan animada. Incluso cuando era cariñoso conmigo, había siempre un aire serio sobre él. Con Tasha, bromeaba y se reía. Cuanto más la escuchaba, más me gustaba ella. Por último, no puede mantenerme al margen de la conversación, y pregunté: - Entonces, ¿vienes en el viaje de esquí? Ella asintió. Ahogando un bostezo, y estirándose a sí misma como un gato. – No he esquiado en años. No hay tiempo. Ahorré todas mis vacaciones para ello. - ¿Vacaciones? - Le di un curioso aspecto. - ¿Tiene usted un puesto de trabajo...? - Lamentablemente, sí- dijo Tasha, aunque en realidad no sonó muy triste acerca de ello.- Enseño clases de artes marciales. Asombroso. No podía haberme sorprendido más si ella hubiera dicho que le gustaría ser astronauta o un teléfono psíquico. Una gran cantidad de reyes no han trabajado nunca y si lo hacían era por lo general en algún tipo de inversión o de otros ingresos consistentes en negocio que continuaban sus fortunas familiares. Y los que tenían trabajo sin duda no practicaban mucho las artes marciales, no son físicamente exigentes. Los Moroi tienen un montón de grandes atributos: excepcional sentidos del olfato, vista y la audición y la magia. Sin embargo, físicamente, eran altos y delgados, a menudo pequeños deshuesados. También tienen la debilidad de estar en la luz del sol. Ahora, esas cosas no eran suficientes para evitar que alguien entrara en un combate, pero sí que sería más difícil. Una idea creada entre los Moroi es que su mejor ofensa es una buena defensa, y la mayoría han rehuido el pensamiento de los conflictos físicos. Ellos se escondían en lugares bien protegidos, como la Academia, siempre al cuidado de los más fuertes y más resistentes dhampirs para custodiarlos. - ¿Qué piensas, Rosa? - Christian parecía muy divertido por mi sorpresa. "¿Crees que podrías ganarla? - Difícil de decir - dije. Tasha me lanzo una sonrisa torcida. - Estás siendo modesta. He visto lo que ustedes pueden hacer. Esto es sólo un hobby. Dimitri encajo. "Ahora estás siendo modesta. Podrías enseñar la mitad de las clases de aquí. - No es probable- dijo.- sería bastante vergonzoso ser golpeada por un grupo de adolescentes. - No creo que eso ocurra – dijo - Creo recordar que le hiciste algún daño a Neil Szelsky. Tasha rodó sus ojos. - Arrojar mi copa en su cara no fue realmente el daño, a menos que consideres el daño que le hice a su traje. Y todos sabemos la forma en que trata su ropa. Ambos rieron de alguna broma privada que el resto de nosotros no sabíamos, pero yo sólo escuchaba la mitad. Todavía estaba intrigada acerca de su papel con los Strigoi. El auto-control que había intentado mantener finalmente cayó. - Cuando empezaste a aprender a luchar antes o después de lo que te pasó en la cara? - Rose - siseó Lissa. Pero Tasha no parecía molesta. Tampoco Christian que por lo general estaba incómodo cuando se hablaba del ataque de sus padres. Ella considero mi nivel, mirándome reflexiva. Me recordó a las veces que recibía aprobación de Dimitri si hacia algo sorprendente. - Después - dijo. Ella no bajo su mirada avergonzada, aunque sentí tristeza en ella. - ¿Cuánto sabes? Miré a Christian. - Lo básico. Ella asintió. - Sabía que... Sabía en lo que Lucas y Moira se habían convertido, pero que todavía no estaba preparada. Mentalmente, físicamente o emocionalmente. Creo que si tuviera que vivir de nuevo, todavía no estaría lista. Pero después de esa noche, me miré a mi misma-desfigurado-y me di cuenta de lo indefensa que estaba. Me pasé toda mi vida esperando guardianes para protegerme y cuidar de mí. - Y eso no es decir los guardianes no sean capaces. Como dije, probablemente tú podrías ganarme en una pelea. Pero-Lucas y Moira-redujeron a nuestros dos tutores antes de darnos cuenta de lo que había sucedido. Yo estaba parada cogiendo a Christian, pero apenas. Si los demás no hubieran ganado, me gustaría estar muerta - Se detuvo, frunció el ceño, y siguió su camino.- Decidí que no quería morir de esa manera, no sin poner luchar y hacer todo lo posible para protegerme y me gusta. Así aprendí todos los tipos de auto-defensa. Y después de un tiempo, yo realmente no, uh, encajo tan bien con la alta sociedad de aquí. Así que me trasladé a Minneapolis a vivir de enseñar a los demás. No me cavia duda de que era a otros Moroi que Vivian en Minneapolis-aunque sólo Dios sabía por qué, pero pude leer entre las líneas. Se había trasladado allí mismo e integrado con los seres humanos, manteniéndose lejos de otros vampiros como Lissa y yo hicimos durante dos años. Empecé a preguntarme si también podría haber algo mas entre las líneas. Ella dijo que había aprendido "todo tipo de auto-defensa", al parecer, algo más que sólo artes marciales. Va junto con sus creencias ofensa-defensa, los Moroi no cree que la magia debe utilizarse como un arma. Hace mucho tiempo, se utilizaba como tal, y algunos Moroi todavía lo hacían en secreto a día de hoy. Christian, yo sabía que era uno de ellos. De repente tenía una buena idea de donde podría haber sacado este tipo de cosas. Silencio. Es difícil parar el seguimiento de una triste historia como esa. Sin embargo, Tasha, me di cuenta, era una de esas personas que siempre podrían aliviar un estado de ánimo. Por eso me gusto aun mas, pasó el resto del tiempo contándonos historias divertidas. Ella no tenía esos aires que le gustaban tanto a la realeza, ella sabía que había mucha suciedad en el mundo. Dimitri sabía mucho de la gente que habla de honestidad, ¿cómo alguien tan antisocial parece conocer a todos los Moroi y guardianes de la sociedad?,Y añadir de vez en cuando algunos pequeños detalles. Estábamos nerviosos hasta que Tasha finalmente miró su reloj. - ¿Dónde está el mejor lugar donde una chica puede ir de compras por aquí?- preguntó. Lissa y yo intercambiamos miradas. – Missoula - dijimos al unísono. Tasha suspiró. - Eso está un par de horas de distancia, pero si me voy pronto, probablemente pueda comprar algo antes de que cierren las tiendas. Estoy irremediablemente atrasada en las compras de Navidad. Gemí. - Mataría por ir de compras. - Yo también - dijo Lissa. - Tal vez podríamos ir a escondidas a lo largo de...." Lancé una mirada esperanzada a Dimitri. - No - dijo de inmediato. Suspiré. Tasha bostezó de nuevo. - Voy a tener que tomar un poco de café, no quiero dormirme mientras conduzco. - ¿No puede uno de tus guardianes conducir por ti? Ella sacudió la cabeza. - No tengo. - No tienes ningún... – fruncí el entrecejo, al analizar sus palabras. - ¿No tienes ningún guardián? - No. Me dispare. - ¡Pero eso no es posible! Eres de la realeza. Debes tener al menos uno. Dos, en realidad. Los guardianes se distribuyen entre los Moroi en una críptico forma por el Consejo de Guardianes. Era un tipo de sistema injusto, teniendo en cuenta la relación de los tutores con los Moroi. No tienden a conseguirlos por un sistema de lotería. La realeza siempre los tiene. La realeza de alto rango a menudo tiene más de uno, pero incluso el más bajo rango de la realeza no estaría sin uno. - Los Ozeras no son precisamente los primeros en llegar cuando los tutores son asignados - dijo Christian amargamente. - Desde que mis padres murieron... ... hay un tipo de escasez. Mi enojo surgió a la superficie. - Pero eso no es justo. No pueden castigaros por lo de tus padres. - No es castigo, Rose - Tasha no parecía tan furiosa como debería haberlo estado, en mi opinión. - Es simplemente... un reajuste de las prioridades. - Os están dejando indefensos. No puedes ir por ahí por ti misma! - No estoy indefensa, Rose. Ya te lo dije. Y si realmente yo quisiera un tutor, podría hacerlo un fastidio, pero es mucha molestia. Estoy bien por ahora. Dimitri la miro - ¿Quieres que vaya contigo? - ¿que toda la noche? - Tasha sacudió la cabeza. - No voy hacerte eso, Dimka. - A él no le importa - le dije rápidamente, entusiasmada con esta solución. Dimitri parecía divertido verme hablar por él, pero no me contradijo. - realmente no me importa. Ella vaciló. - Está bien. Pero probablemente hay que ir pronto. Nuestro partido ilícito se disperso. Los Moroi fueron en una dirección; Dimitri y yo nos fuimos por la otra. Él y Tasha habían hecho planes para reunirse en una media hora. - Entonces, ¿qué piensas de ella? - preguntó cuando estábamos solos. - Me gusta. Ella es genial.- Pensé en ella por un momento. - Y ya se lo que quieres decir acerca de las marcas. - ¿Oh? Yo asentí, mirándome los pies mientras caminaba a lo largo de los caminos. Incluso cuando los habían echado sal aún podrían tener trozos de hielo ocultos. - Ella no hizo lo que hizo por la gloria. Lo hizo porque tenía que hacerlo. ... Al igual que como lo hizo mi mamá. Odiaba admitirlo, pero es cierto. Janine Hathaway podría ser la peor madre del mundo, pero ella era una gran guardiana. - Las marcas no importan. Pueden ser Molnijas o cicatrices. - Eres una alumna rápida - dijo con su aprobación. Me hinché ante su alabanza. - ¿Por qué te llama Dimka? Él se rió suavemente. Yo había escuchado mucho de su risa y decidí que esta noche que me gustaría saber más acerca de él. - Es un alias para Dimitri. - Eso no tiene ningún sentido. No suena nada como Dimitri. Deberían llamarte, no sé, Dimi o algo así. - Así no es cómo funciona en Rusia - dijo.- Rusia es extraño - En Rusia, el apodo de Vasilisa era Vasya, que no tiene ningún sentido para mí. - Así es el inglés. Le di una mirada astuta. - Si me enseñaras a jurar (decir palabrotas) en ruso, podría tener un mejor reconocimiento de ello. - ¿No juras demasiado ya?. - Sólo quiero expresarme. - Oh, Roza ...- Él suspiró, y sentí una emoción en forma de cosquillas dentro de mí. "Roza" era mi nombre en ruso. Rara vez utilizado. - Te expresas más que nadie que conozca. Le sonreí y caminamos un poco sin decir nada más. Mi corazón saltaba, yo estaba tan feliz de estar a su alrededor. Había algo cálido y bien cuando nosotros estábamos juntos. Así que yo flotaba a lo largo, dando vueltas en mi mente a algo que había estado pensando. - Sabes, hay algo gracioso acerca de las cicatrices de Tasha. - ¿Y eso? - preguntó. - Las cicatrices... atraviesan su cara - empecé lentamente. Estaba teniendo problemas para poner mis pensamientos en palabras. - Quiero decir, es obvio que ella era muy bonita. Pero aún con las cicatrices... ahora no sé. Ella es bonita de una manera diferente. Es como... como son parte de ella. La completan. - Sonaba tonto, pero era cierto. Dimitri no dijo nada, pero él me dio una mirada de soslayo. Regresé, y cuando nuestros ojos se reunieron, vi un breve atisbo de la antigua atracción. Fue fugaz y se había ido demasiado pronto, pero lo había visto. Lo sustituyó por la aprobación y el orgullo, fueron casi tan buenos. Cuando él habla, es como hacerme eco de sus pensamientos anteriores. - Eres una alumna rápida, Roza.

1 comentario:

  1. aaaalba! si recién lo empecé, esperemos que vaya mejorando de a poco :D estamos juntas en la traduccion con jen, lala y dawn :):):) bueno te dejo, voy a seguir pasando :D Un beso!

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